Pero, nuestra pregunta más importante: en un evento donde incluso el aire parece digitalizado, ¿quién juega en defensa de nuestros datos? Si el quarterback tiene su línea ofensiva, ¿quién resguarda a la NFL y, más importante aún, a nuestra privacidad?

Aquí es donde Cisco entra al campo, no solo como un jugador más, sino como la defensa estelar del Super Bowl. Incluso con una línea ofensiva bien estructurada, el quarterback sólo tiene segundos para pasar el balón dentro del saco de protección. El mismo tiempo, o menos, tiene Cisco para garantizar la protección de la infraestructura digital del evento, desde la venta de entradas hasta las transmisiones en vivo, pasando por los sistemas de pago y la gestión de datos. 

Al igual que una línea defensiva impenetrable que resguarda su zona de anotación, los sistemas de Cisco bloquean una variedad de ciberataques, como por ejemplo, el phishing, con el que buscan engañar a los aficionados para que entreguen información personal o financiera. En su papel de linebacker, los softwares de Cisco leen la jugada y detienen estos avances, protegiendo los datos sensibles de los aficionados.